La victoria de Brawn GP en Australia era una de las posibilidades barajadas en la previa. Sabíamos que los Virgin-BGP001 estaban realizando una muy buena performance, pero creo que aún no somos conscientes de que ha sido un triunfo histórico, si valoramos que sólo tres equipos han vencido en su debut en la história de la categoría reina, y sólo dos con doblete.
Además de Brawn, las otras dos escuderías fueron Mercedes y Wolf. Desde luego, vamos a excluir a Alfa Romeo, el equipo ganador de la primer carrera de Fórmula 1 de todos los tiempos, en la que Nino Farina se impuso en el circuito británico de Silverstone el 13 de mayo de 1950. Cuatro años más tarde, Mercedes entró por la puerta grande, con victoria y doblete de Juan Manuel Fangio y el alemán Karl Kling.
Gran Premio de Francia de 1954 en Reims
En aquella temporada, Mercedes se presentó en la cuarta prueba del año, disputada en el circuito de Reims. Al igual que los Brawn GP el domingo pasado, Fangio y Kling partieron desde los primeros lugares (foto del post) y dominaron la carrera logrando el doblete. En aquella oportunidad, la paridad fue tal, que cruzaron la línea de meta separados por una décima de segundo.
Dos datos curiosos rodean esta gesta. El primero es que Mercedes participó con tres coches. El restante era pilotado por Hans Herrmann, y se retiró en la novena vuelta con el motor roto, no sin antes marcar la vuelta rápida en carrera. El otro, es que aquel año Juan Manuel Fangio había comenzado la temporada al volante de un Maserati privado, con el que había ganado los Grandes Premios de Argentina y Bélgica. De esta manera, los puntos que le valieron su título de 1954 los obtuvo con dos escuderías. Al año siguiente, lograría –esta vez al volante de Mercedes toda la temporada– el tercero.
Gran Premio de Argentina de 1977
La segunda vez que un equipo debutante triunfó en su primer presentación, fue en 1977. Walter Wolf, un millonario canadiense dedicado a los negocios del petróleo, había decidido el año anterior dejar de patrocinar a la escudería Williams para montar su propio equipo y construir su propio coche. Puso manos a la obra, y hay que reconocerle dos aciertos importantes: El primero es contratar a Peter War como director del equipo (había conseguido para Lotus el mundial de 1972 con Emerson Fitippaldi) y al británico Harvey Postlewhaite para diseñar el coche.
El segundo acierto, fue hacerse con los servicios del sudafricano Jody Scheckter, un gran piloto que sólo pudo confirmar su valía dos años después, ganando el campeonato en 1979 con Ferrari (el último de los de Maranello hasta la llegada de Schumacher). El Wolf era un coche sencillo, impulsado por un motor Cosworth DFV, como la mayoría de los de aquella época.
Así fue que el 9 de enero de 1977, Schekter consiguió la victoria en el Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, con el mérito extra de lograrla partiendo desde la undécima posición, para terminar cruzando la línea de meta con 43 segundos de ventaja sobre el segundo, el brasileño Jose Carlos Pace y su Alfa Romeo. Ese año, Schekter logró alcanzar el podio en numerosas ocasiones, incluyendo una victoria en Canadá (donde Wolf era “local”), aunque al final de la temporada quedó subcampeón detrás de Niki Lauda.
Gran Premio de Australia de 2009
Lo que sigue ya es conocido. Ross Brawn ha logrado, después de un duro invierno para salvar el equipo, llevar a sus dos coches a la victoria en la primera carrera. Sólo el tiempo dirá si esto es sólo una anécdota, o estamos ante el inicio de una escudería capaz de dejar huella en la categoría reina. Por lo pronto podemos decir que ha conseguido entrar por la puerta grande en la historia de la Fórmula 1.
Vía: El MercurioFederico Sabez
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