Pasado ya el ecuador del campeonato, el Mundial de F1 entra en su fase decisiva. Tras un dominio aplastante de Jenson Button en las siete primeras citas, los dos últimos Grandes Premios, el de Inglaterra y el de Alemania con dos dobletes de los Red Bull, han devuelto la emoción al campeonato. Mientras que el Red Bull RB5, un coche que comenzó el campeonato sin el doble difusor, ha presentado evoluciones que lo han hecho mejorar mucho, el Brawn se ha quedado algo estancado.
Además de la lucha por el título de pilotos, que promete ser apasionante, otro tema de gran interés será la estrategia que elijan los responsables de cada equipo para conseguirlo. Con lo visto hasta ahora, ya sabemos cuál es la de Brawn y la de Red Bull y sólo queda ver cuál será el desenlace que ponga a cada uno en su sitio.
Mientras que en Red Bull se ha dado vía libre a sus pilotos para que luchen entre sí y que gane el mejor, al menos hasta las últimas carreras o hasta que uno de ellos no tenga posibilidades de ser campeón, el señor Ross Brawn ha demostrado sobradamente que ese no es su plan.
Ross, como hizo en su época en Ferrari con Michael Schumacher, no permitirá que Barrichellole robe un solo punto a Jenson Button para desgracia del brasileño. Barrichello, que precisamente fue una víctima de favorecer a Schumacher en Ferrari, está para pocas bromas y el papel de “ayudante” no le atrae en absoluto.
A lo largo de esta temporada ya hemos visto dos maniobras muy sospechosas de Brawn. La primera en Montmeló, donde un cambio de estrategia para Button hizo que venciera a pesar de que Rubens era el líder al inicio, y además con más carga de combustible que su compañero. La segunda en Nurburgring, donde también se las ingeniaron para que Barrichello quedara detrás de Button a pesar de que Barrichello también aquí comenzara liderando la carrera. Hay quien incluso cree que los problemas en la máquina de repostar combustible de Rubens no existieron en realidad.
La estrategia de Brawn es comprensible hasta cierto punto, pero el problema es que Barrichellono acepta hacer de segundón y ya tiene la mosca detrás de la oreja desde hace tiempo. Al final de su vida deportiva, no se va a cortar en decir lo que piensa. Ya han sido varias y bastante duras sus declaraciones contra su equipo, y la segunda parte del campeonato puede acabar como el “rosario de la Aurora” en el equipo, ya que Rubens todavía aspira a ser campeón. Complicada papeleta para Ross Brawn, desde luego…
En Red Bull, en cambio, es cierto que Sebastian Vettel y Mark Webber se están quitando puntos uno al otro, pero el ambiente dentro del equipo es estupendo y la tremenda lucha entre estos dos grandes pilotos, que además se ayudan el uno al otro, da alas al equipo. Christian Horner, máximo responsable del equipo tiene la esperanza de que sus dos pilotos alcanzen a Jenson Button en el campeonato. Para no perdérselo…
Fotos: Grandprix - Escrito por: Ion Emparan
No hay comentarios:
Publicar un comentario